Perder peso después de un diagnóstico de diabetes tipo 2 aumenta las posibilidades de remisión
La diabetes tipo 2 ha constituido tradicionalmente una patología relativamente parecida a la diabetes tipo 1 en el sentido de que, el resultado final, muy en esencia, era muy similar en ambos diagnósticos, aunque las causas que llevaban a uno u otro tipo de diabetes fueran diferentes. Al final, en ambos casos, se produce una insulinodependencia, y si la diabetes tipo 1 era incurable, pues la diabetes tipo 2 también. Eso creíamos. Pero estábamos equivocados… quién lo iba a decir. (Para conocer las diferencias entre diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional, te sugiero que consultes este enlace).
Teniendo en cuenta que en este canal siempre hemos estado alerta al respecto los avances en este terreno para poder vosotros, es preciso recordar que ya en 2016 nos hacíamos eco de “nuevas esperanzas” ya no solo en el tratamiento dietético de la diabetes tipo 2, algo bastante básico y conocido desde antaño aunque no siempre bien asumido, sino también en su posible curación (en este enlace tienes a tu disposición las últimas recomendaciones de la American Diabetes Association sobre terapia nutricional en diabetes. Y esas esperanzas son, cada vez más, realidades palpables.
Un nuevo y edificante estudio publicado en enero de este mismo año, ha ahondado en la línea de trabajos anteriores y ha contrastado que, tras un diagnóstico de diabetes tipo 2, y en determinadas condiciones (relativamente al alcance de la mano) un paciente puede revertir ese diagnóstico a la vuelta de 4-5 años. De forma breve y para que lo entienda todo el mundo: es posible que en un momento pasado alguien fuera diagnosticado con diabetes tipo 2, y que luego se curara o que al menos no reuniera los criterios para permanecer con ese diagnóstico. Más breve aun: antes sí y ahora no. Como comentaba al inicio, algo impensable hace solo 10 años. Y la clave tampoco es que fuera algo especialmente recóndito e inimaginable, la condición que propicia ese milagro no es otra que es la pérdida de peso.
Los detalles
El estudio en sí observó la evolución de una cohorte de más de cerca de 730 pacientes, principalmente caucásicos, recién diagnosticados con diabetes tipo 2. Todos los pacientes fueron clasificados de forma aleatoria en dos posibles grupos; en el primero de ellos sus integrantes recibirían una atención estándar o habitual, y en el segundo esos pacientes serían objeto de un apoyo adicional. A todos ellos se les evaluó de forma periódica a lo largo de 5 años el peso, actividad física, alimentación y consumo de alcohol.
El caso es que tras cinco años se pudo sacar varias conclusiones:
- 257 participantes lograron una remisión de la diabetes, definida como un nivel de HbA1c de menos de 48 mmol / mol (o del 6.5%) sin estar en tratamiento farmacológico para la diabetes ni haberse sometido a cirugía bariátrica.
- Las personas que perdieron al menos el 10% de su peso corporal en el primer año después del diagnóstico de diabetes tenían más probabilidades de alcanzar la remisión a los cinco años en comparación con aquellas que mantuvieron el peso al inicio del estudio o lo aumentaron.
- Se observó una tendencia positiva similar en aquellos pacientes que tuvieron una pérdida de peso más modesta, de 5 a 10% durante el primer año después del diagnóstico, pero esto no fue estadísticamente significativo.
- Alcanzar una perdida de peso del 10% en los siguientes cuatro años (es decir, entre el final del primer año y el fin del estudio, a los cinco años) se asoció con más del doble de posibilidades de remisión de la diabetes.
El plan de acción cada vez más claro y contundente
En España, cerca de 1 de cada 11 adultos mayores de 40 años cuenta con un diagnóstico de diabetes tipo 2; y la obesidad es uno de los elementos predictores más elementales de este aciago panorama. Es preciso recordar que, tal y como ya comentamos, la diabetes comporta una serie de graves y frecuente complicaciones (insuficiencia renal, pérdida de visión, amputación de miembros inferiores, etcétera) cuyo tratamiento supone un coste económico especialmente significativo para sanidad pública.
En este escenario las buenas noticias escasean, por eso siempre serán bienvenidas y pocas novedades pueden tener mejor recibimiento que el saber que la diabetes tipo 2 puede remitir sin la necesidad de realizar intervenciones especialmente drásticas (de forma típica referidas a la cirugía bariátrica o contextos dietéticos especialmente restrictivos). Este estudio, además, es uno de los más largos jamás realizados en este terreno (cinco años) y ha contado con una muestra lo suficientemente grande y variada como para ser optimistas y pensar que estos resultados se pueden trasladar a buena parte de la población con diabetes.
En cualquier caso, tanto los pacientes como los profesionales sanitarios encargados de aportar recursos en el tratamiento de la diabetes tipo 2, han de ser conscientes que:
- La remisión es tanto más probable cuanto antes se tomen cartas en el asunto. Bien desde el diagnóstico (inmediatamente) y mucho mejor desde que se cuente con un “aviso” de prediabetes.
- La clave, por encima de cualquier otra consiste en alcanzar una pérdida de peso del 10% en el primer año a través de una mejora de los estilos de vida referidos, principalmente, al terreno dietético, actividad física y consumo de alcohol. No obstante, se ha de saber que aun no llegando a esa pérdida idónea del 10%, cualquier pérdida de peso redundará en un mejor pronóstico de la diabetes en curso.